Doc.-11-. Las Crónicas (1) de Aragón. (Marineo.)
Se conoce como Crónicas de una forma general, relatos de personajes que a lo largo de la historia han dejado constancia de hechos que vivieron o que les fueron conocidas a través de otros, mediante escritos incluso algunos ya desaparecidos.
Estamos con las de Jaime I.
Tenemos gran cantidad de ellas, podemos citar la de Lucio Marineo Sículo, (1460/1533), cronista de los Reyes Católicos en romance castellano, no es la más antigua que me ha sido posible hallar pero, su lenguaje y sus referencias, a la creación de Aragón, citando los celtas y griegos la hacen sumamente curiosa, por lo que empezaré con ella.
Hoy a estos personajes los llamaríamos, historiadores, periodistas, cronistas, etc. La gran diferencia es que en aquella época eran muy pocos los que sabían hacerlo
Muchas son las crónicas que hablan de este tema, cada uno con su versión
Las más famosas son las de Jerónimo Zurita, (1580/1652) en romance castellano, del Obispo de Huesca Jaime de Sarroca (1240) en romance aragonés([1]), las copias o mejor versiones del mismo en latín por el Fraile Pedro Marcelí, las de San Juan de la Peña (1400) en romance castellano y un largo etc. Hay también numerosas en romance catalán de Desclot, (1285), Muntaner, (1265/1336) etc. Pero también a partir del siglo XVI al XVIII encontramos las crónicas falsas, con fines religiosos y con fines nacionalistas como las de la creación de las barras de Cataluña por Wifredo el Velloso. O las que se adjudican la creación de lenguas como la de Muntaner. O las religiosas como la aparición del apóstol Santiago a España.
Cuyo contenido de algunas referiremos.
Para copiar ir al Adjunto.
Lucio Marineo Sículo (c. 1460-1533) fue un historiador siciliano que vino a la corte de Fernando el Católico.
Su "Crónica d'Aragón o De Aragoniae regibus et eorum rebus gestis" nos explica cuál es el origen del nombre de Aragón:
"Esta región que ahora Aragón se llama, en otro tiempo fue llamada Iberia, a causa del río Ebro que por ella pasa. Después se llamó Celtiberia, a causa de unos pueblos de Francia llamados Celtas, los cuales, alanzados de su tierra, vinieron a parar en la ribera de este río Ebro, donde asentaron y poblaron, de suerte que su propio apellido que eran Celtas y del nombre del río que se llama en latín Ibero, llamaron esta provincia Celtiberia, y los pueblos que en ella moran celtíberos.
Muchos de los que han escrito hicieron mención de esto: señaladamente el poeta Lucano en un verso que dijo: Los Celtas de Francia que mezclaron su nombre con los Iberos.
Estando yo en Roma en tiempos pasados oyendo letras de humanidad, Pomponio Leto, que entonces me era maestro, y no sin causa de todos era llamado padre de la antigüedad, declarándome este paso de Lucano que poco ha señalé, me dijo: Celtiberia es una provincia de la España de acá de Ebro, la cual los españoles ahora llaman Aragón. Sobre este vocablo Aragón que dijo, yo le pregunté con instancia me quisiese declarar la causa y nacimiento de este nombre Aragón, a lo cual él me respondió diciendo:
"Acuérdome haber leído en algunas memorias de griegos antiquísimas que cuando Hércules pasó en España con muy grande ejército, después que la hubo tomada, conquistada y hecho en ella muchas grandes ciudades, edificado allí mismo en diversos lugares puentes señalados y muy memorables, al fin de todo, habiendo conquistado en la parte de España que es acá de Ebro los pueblos cántabros y vascones y sojuzgados los celtíberos, en memoria de su vencimiento acordó hacer sacrificios solemnes junto a un río que nace de los montes Pirineos y pasa por Marcilla y otros muchos lugares de Navarra y después se juntó con Ebro; y para esto puso altar y lugar de sacrificio en la ribera de este río.
Aquí mismo, después de haber hecho los sacrificios por orden y como debía, celebraron muchos juegos de alegría; señaladamente aquellos juegos que los griegos llaman Aragonales; del nombre de estos juegos llamó aquel río Aragonio, que primero se llamaba Magrada, y llamó la provincia Aragonia, que primero Iberia se decía, de suerte que por el altar que en latín se llama ara y por los juegos agones juntando dijeron Aragón. Esto bastará cuanto a la causa y razón del nombre porque fue llamado Aragón".
Julián de Tamarite a 22 de febrero de 2012.
[1] Esta crónica desaparecida en un incendio, se supone estaba escrita en romance de la época; Jaime II en 1316 mandó copiarlas y las trasladó al latín el Fraile Pedro Marcelí. De allí salieron variadas versiones adaptadas a las circunstancias de cada época o período histórico.
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