martes, 12 de febrero de 2013

Doc.-21-. Crónica de un viaje a Zaragoza.

Nota: Si no conoce este blogg, verá que las entradas están numeradas. Para su mejor comprensión entre en el  2011.  Doc.-0-.  Las lenguas de Aragón a través de su historia. Romance  lengua aragonesa. Las Brujas aquelarre

Doc.-21-. Crónica de un viaje a Zaragoza.
            Era una tarde desapacible, fuertes rachas de viento soplaban barriendo el concurrido Paseo de la Gran Vía  de Zaragoza, las pequeñas mesas que habíamos colocado en el mismo centro del paseo se movían acompasadas con los soplos más o menos  intensos del fuerte cierzo que el Moncayo nos enviaba para refrescar nuestros calenturientos ánimos.
            Los numerosos transeúntes nos miraban entre preocupados y divertidos ante nuestros esfuerzos. Los panfletos que intentábamos repartir para informar  a nuestros conciudadanos de nuestras preocupaciones volaban por los aires, más ligeros que las palomas que dormitaban en el cercano monumento del Justicia.
            Los permisos de las autoridades locales, eran muy precisos, el lugar,  el espacio, nada se podía atar a los cercanos árboles que bordean el Paseo. Desafiando las instrucciones emanadas de nuestros esforzados mandatarios, nos trasladamos a un lugar cercano, resguardados del viento y calentados por este Sol mortecino de finales de verano.
            Como si Júpiter el padre de todos los dioses, nos hubiese enviado con Aelo, estos vientos, para desalojarnos del lugar inapropiado para nuestros intereses, pudimos desplegar nuestra pancarta del Colectivo zaragozano,  NO HABLAMOS CATALÁN. Las mesas repletas de panfletos, fueron asaltadas por los curiosos e intrigados zaragozanos.
-¿Acaso no nos habíamos enterado de que en Zaragoza no se hablaba catalán?.-
            La Historia parte de la lejana Fraga, regada por el río Cinca. Nuestra lucha nuestra inquietud, es la conservación de nuestras hablas locales, que hoy se conocen como modalidades aragonesas. Vivimos y laboramos  lejos de la capital, en los confines de Aragón en la extremadura lejana, junto a nuestros vecinos los catalanes. Esta vecindad hace pensar a los capitalinos, que nos contemplan un tanto asombrados esta pancarta, que puesto, que estamos al lado de Cataluña, se nos ha pegado su lengua y es la que estamos usando actualmente. Craso error, estas hablas que forman un todo de un amplio arco que parte de Navarra se extiende hasta la lejana Valencia, bordeando Aragón en toda la parte Norte-Oriental, son los restos de un idioma, “el aragonés” que encontramos, ante el asombro de quien se le trasmite, por centenares de documentos comenzando por Sancho Ramírez con sus Fueros de Jaca de 321 artículos. Como sobresalientes son  las Ordenanzas de Pedro II desde Huesca, la primera capital aragonesa, para Zaragoza Huesca y Tarazona, centenares de cartas duermen exiladas en los archivos de la Corona de Aragón de Barcelona, hasta la más tardía de Juan II de los Trastámara desde Zaragoza en esa lengua, lejana para el zaragozano actual, al Bayle del Tamarite, puerta obligada de entrada al vecino país y aduana, instalada al lado de su palacio real. Instándole a que castigue de forma ejemplar a un espía que ha capturado en la reciente guerra que se mantiene con los catalanes, cuyos siervos más humildes han pedido protección al rey aragonés ante los abusos de sus señores feudales, la guerra del pahers que durará 10 años dejando postrada la economía del país vecino, diezmada su población por el hambre y la peste que sigue a todas las guerras medievales.
            Ante el aislamiento, el desconocimiento de la verdadera historia de la lengua de Aragón, igual que el agua como  bien de la vida, que discurre desde los más recónditos rincones de los Pirineos, de la mítica Ribagorza, las llanuras de La Litera, de las vegas de Fraga o de las estribaciones del Matarraña. Llega ahora este Colectivo, la llamada de auxilio a unos pocos zaragozanos enciende la mecha solidaria y como las aguas que discurren de esta extramudura desconocida, llega a Zaragoza de forma impetuosa como una riada compuesta y apoyada por 61 Asociaciones locales, colectivos, grupos folclóricos, empresas, que dan soporte a la pancarta que asombrados algunos zaragozanos contemplan en sus calles.
            La aventura de este día ventoso y desapacible no termina aquí. Recogemos nuestras mesas desmontables nuestras banderas, nuestras cajas ya vacías, para llevarlas a una furgoneta, visible desde lejos, como un insecto raro ente la multitud de utilitarios, aparcados a lo largo de la calle, desde lejos la vemos todavía embarrada, por el polvo y la lluvia  de los caminos de La Litera, rascados sus laterales con los zarzas de los caminos que conducen a los prados y montañas de nuestra tierra, es la parte sufrida de la caravana de vehículos que como las aguas del Ebro confluyen a los pies del Pilar, llegados de todos los extremos, para visitar a los zaragozanos pedirles no solo su comprensión, ante nuestro solicitud de ayuda sino también para paliar este aislamiento que la barrera de las lenguas han formado de forma artificial, con los que han sabido conservar la esencia del alma de los aragoneses, su lengua y su cultura ancestral milenaria.
            Es la hora de la comida, como los Reyes que visitaban la ciudad somos recibidos, por un Hotel y digo por un Hotel, que de forma generosa nos brinda su mejor salón de conferencias para la presentación de un libro que tendrá lugar por la tarde.
            Al fondo cuando atravesamos un amplio y transparente portal, vemos una cuadro pintado, imposible desconocerlo, es la La Maja de Goya vestida, la Condesa de Alba, su imagen nos atraye como un imán. Diríamos si han traslado allí el Museo del Prado o tal vez una misteriosa hada lo ha trasladado añorante de su país  de origen de su creador que le da nombre al Hotel.
            Es la hora de la comida, unas mesas redondas nos acogen por grupos, en que sentados alrededor de las mismas, discurre el tiempo hasta las siete de la tarde en que se presenta el libro.
            No sabemos si alabar más si la exquisitez del menú, que solamente vacía nuestros bolsillos de forma ligera o la atención en que fuimos tratados por el  cuidadoso y atento servicio, digno de ostentar las cinco estrellas en su ranking.
            En el coqueto que no pequeño local, sin que resientan nuestras maltrechas economías, discurrirá la presentación de un libro “Las historias ocultas del nacionalismo catalán”. Nos describirán un país según su autor, con cimientos de fantasías y materiales de papel. No voy a describir su trama, mejor lo compren, va por la segunda edición camino de convertirse en bet-seller. La presentación va precedida por las explicaciones del catedrático de  Historia Doctor Luis González Antón miembro de la Real Academia de la Historia y del autor Vicerrector de la  Universidad Abat-Oliva CEU de Barcelona, Doctor Barraycoa.
            Y como las golondrinas que regresan a sus lares  en un otoño gris cada uno tomó su camino de regreso en un día intenso e imborrable.
Julián de Tamarite.
Zaragoza a 15 de Septiembre del 2012.

Nota:
            Para los que por curiosidad sientan el deseo de conocer esta lengua aragonesa, compuesta como todas las lenguas  por unos dialectos,  llamadas ahora   modalidades, les presento ahora una versión un tanto reducida para no cansarlos de la tierra donde nací La Litera y la de mis ancestros que no puedo olvidar, La Ribagorza de los Pirineos.

De La Litera.

            Crónica de un viache a Çaragoça.
            Ere una tardó desapasiblle, fortes raches d’aire bufaben escobán lo concurrit Paseo de la Gran Vía de Çaragoça, les petites meses que habiem colocat al mateix sentro del carré  se movíen acompasades en les bufades  mes o menos intenses del fort sert qu’el Moncayo mos enviabe pa refrescámos los nostres calenturients ánimos.

Julián de Tamarite

De la Ribagorza norte.

            Crónica de un viache a Zaragoza.
            Eva una tardor desapaciblle, fortas rachas d’aire bufaban, escobán lo concurriu Paseo Gran Vía de Zaragoza, las petitas mesas qu’evan colocau en el mateixo centro del paseo se moveban acompasadas con los bufos más a menos acompasaus del forte zierzo qu’el Moncayo mos embiaba  pa refrescá los nostros calenturientos ánimos.

Julián de Casa Riñón y de Casa Marré. Naval del Somontano de Barbastro, Fuster de los artesanos de la madera, Muzás de ascendiente moro, Gascón de los gascones ancestrales. Producto de un crisol aragonés nacido a la sombra de las libertades individuales de los Fueros.
Vale.   
           


      
              
           
             

             

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